martes, 1 de diciembre de 2020

La Movida Madrileña

 

La Movida madrileña fue un movimiento contracultural surgido en Madrid durante los primeros años de la Transición de la España posfranquista, que se extendió a otras provincias con el nombre genérico de la Movida, hasta su finalización a mediados de la década de 1980.

Se considera que el movimiento se precipitó tras el Concierto homenaje a Canito en 1980, en memoria de dicho artista, promovido en la Escuela de Caminos de Madrid por un grupo de estudiantes que posteriormente formaron la banda Los Secretos. La primera reunión importante tuvo lugar en 1981 con motivo del "Concierto de Primavera" de la Escuela de Arquitectura.

Se ha destacado la importancia de programas musicales en su difusión y mitificación, como los de Radio España, con Jesús Ordovás, Rafael Abitbol y Gonzalo Garrido; Radio El País, con Moncho Alpuente y Madrid Me Mata, Radio Popular, con Julio Ruiz; Radio Juventud, con Paco Pérez Bryan y Sardinita; Radio Centro, con Javier Díez, etc. También fueron determinantes los fanzines (sucedáneos de revistas que reflejaran el fenómeno), que dieron cierta entidad literaria y catalogaron las estéticas y eventos de la Movida en Madrid. Destacaron Licantropía y Monster; La Pluma Eléctrica, 96 Lágrimas y Du Duá, de Sardinita; Rockocó, de Miguel Trillo; Ediciones Moulinsart, de Pepo y Kiko Fuentes; Lollipop, de los futuros creadores del sello discográfico de igual nombre; Mental, de Juan Mental; Banana Split, de los hermanos Astudillo y La Parlote de Patricia Godes, en clave de parodia. También Garageland, creado por Chema Díaz en 1985, y maquetado por Aurora García, "Kitty Orsa".

Más tarde aparecieron las revistas La Luna y Madrid Me Mata de Óscar Mariné, y otras publicaciones financiadas por los ayuntamientos de Madrid y de Vigo (donde también tuvo lugar la conocida como Movida viguesa). Publicaciones como las citadas fueron el baluarte del movimiento, que halló reflejo en algunos programas televisivos como Musical Expréss, Popgrama, La bola de cristal, Si yo fuera presidente de Fernando García Tola y La edad de oro de Paloma Chamorro, y tuvo sus cronistas a Fernando Márquez en fanzines (Kaka de Luxe, La Liviandad del Imperdible, El Corazón del Bosque) y su obra literaria, Sardinita en los fanzines y su columna en la revista La Luna de Madrid, en el escritor y periodista Francisco Umbral desde su columna en el diario El País; sus cantantes en Enrique Urquijo, Antonio Vega, Paco Clavel, Santiago Auserón y Olvido Gara (más conocida como «Alaska»), su poeta en Eduardo Haro Ibars, su tebeo en Madriz, su graffitero en Juan Carlos Argüello (Muelle), su ídolo artístico en Andy Warhol y sus lugares de culto en Rock-Ola, La sala Carolina, El Sol, El Pentagrama, La Vía Láctea, Marquee, El Jardín, El Escalón, El Cien por Cien, etc.

Las principales capitales de "la Movida" fueron Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Vigo y Torremolinos (en el marco geográfico de Málaga y la Costa del Sol). El fenómeno coincidió con la despenalización de la homosexualidad, la venta de anticonceptivos, el resurgimiento del feminismo y el laicismo en la sociedad. También se ha glosado la importancia de las drogas que, siguiendo la pauta de los círculos musicales de Occidente, llegarían también aquí a provocar la muerte de distinguidos miembros más o menos famosos en los círculos de la música, el cine y el teatro afectos a la Movida.

Entre los grupos que más se valoran se encuentran: Clavel y Jazmín, Parálisis Permanente, Alaska y los Pegamoides, Alaska y Dinarama, Derribos Arias, Pistones, Los Bólidos, Radio Futura, Los Secretos, Nacha Pop, Gabinete Caligari, Tino Casal, Loquillo y los Trogloditas, Paraíso y Farenheit.

El poeta Luis Antonio de Villena novelizó esta época en Madrid ha muerto. Lo mismo hizo el novelista Gregorio Morales en su obra La individuación.

En 2008, el Baile de la rosa, organizado en Mónaco por el príncipe Alberto dedicó el baile anual a la Movida madrileña.