miércoles, 1 de julio de 2020

Los Prisioneros [Parte 1]



Los Prisioneros fue una banda de rock chilena. Estuvo constituida desde 1983 por Jorge González (voz, bajo), Claudio Narea (guitarra y coros), Miguel Tapia (batería y coros). En sus inicios, el grupo desarrolló un sonido punk con matices de new wave, para posteriormente acercarse al synth pop.

Se hicieron conocidos porque su música y especialmente sus letras —que cuestionaban diversos aspectos del acontecer político y social en Chile y en el resto de América Latina— despertaron y animaron a una generación de jóvenes reprimidos por la dictadura militar de Augusto Pinochet quienes emplearon algunas de estas canciones en sus protestas contra el régimen. Por esta razón, Los Prisioneros fueron censurados por algunos de los principales medios de comunicación de su país hasta el fin de la dictadura, transformando al grupo en una de las bandas más importantes del rock chileno y latinoamericano.

El 13 de diciembre de 1984 lanzaron su primer álbum en formato casete, La voz de los '80, bajo el sello independiente Fusión, producido por el propio González aunque este lo acreditó a nombre de la banda. Todos los temas fueron escritos, compuestos y cantados por él, a excepción de «¿Quién mató a Marilyn?», escrito y cantado por Miguel Tapia. El disco se grabó inicialmente y en su mayor parte en el estudio de Francisco Straub, pero se terminó y mezcló en el Estudio A de Alejandro «Caco» Lyon, donde igualmente se grabarían los dos discos siguientes. El periodista Freddy Stock señaló en la revista Rolling Stone Chile que "La voz de los '80" es el disco más importante del rock chileno, asegurando que fue el primer álbum en la historia musical de Chile que mezcló la ruptura social con la fuerza del rock. «Cada canción del disco es resentimiento. Es un álbum agnóstico en esencia, desconfiado, simple, directo e irónico y, por esto, intensamente rocanrolero. Llamó a no ir detrás de un líder ni creer en la representatividad en dictadura. Vaya osadía. Pero también disparó contra la cultura en masas ("Mentalidad televisiva"), el amor ("Paramar"), las tribus juveniles ("Brigada de negro"), el hedonismo machista ("Sexo"), o en los chantas acomodados ("Nunca quedas mal con nadie")»

El 15 de septiembre de 1986 lanzaron su segunda producción, Pateando piedras. El grupo pasó del sonido simple de guitarra, bajo y batería de su disco predecesor al techno. Este trabajo se destacó por un sonido mucho más sintético y elaborado, con la abundante utilización de teclados, sintetizadores, secuenciadores, samplers y baterías programadas. De este trabajo salieron temas como «Muevan las industrias» sobre la cesantía, «¿Por qué no se van?» dedicado a los artistas snob y «El baile de los que sobran» sobre la desigualdad en la educación. La última canción es considerada una de las más emblemáticas de la música popular chilena de los años 80's, y tuvo resonancia en parte de Latinoamérica. El álbum vendió 5000 copias en los primeros diez días de su distribución —un récord jamás alcanzado por un grupo musical juvenil de Chile—, y, a dos meses y dos días de su lanzamiento, obtuvieron un segundo disco de platino con 20 000 copias vendidas, algo que no se había logrado con ningún artista desde la llamada Nueva Ola.

En octubre empezaron a grabar su tercer disco, que en un principio iba a ser un álbum de versiones de intérpretes como Raphael, Nicola di Bari, Camilo Sesto, Salvatore Adamo, Sandro, entre otros. Pero finalmente se decidió grabar un álbum con canciones originales, titulado La cultura de la basura. Este trabajo contó por primera vez con Narea y Tapia como compositores. La cultura de la basura salió el 3 de diciembre. Empezó vendiendo 10 000 copias en su venta anticipada, pero no agradó del todo a los fans. Con solo 70 000 copias vendidas, la prensa lo consideró como el primer fracaso artístico y comercial de Los Prisioneros, a pesar de haber sido certificado con doble disco de platino.

A principios de la nueva década, y coincidiendo con el retorno de la democracia en 1990, se produjo un primer quiebre y reestructuración del grupo. Claudio Narea abandonó la agrupación, Jorge asumió la guitarra en su reemplazo y se incorporaron Cecilia Aguayo (teclados y coros) y Robert Rodríguez (bajo y coros) como respaldo en vivo hasta inicios de 1992, fecha en que la banda se separó. En esta primera fase, Los Prisioneros publicaron cuatro álbumes, tres de ellos incluidos en la lista de los 50 mejores discos chilenos de la historia publicada por la versión chilena de Rolling Stone: La voz de los '80 (n.º 3), Corazones (n.º 9) y Pateando piedras (n.º 15).