jueves, 22 de octubre de 2020

Serú Girán

 

Serú Girán fue un supergrupo argentino de rock integrado por Charly García (voz, teclados, guitarras), David Lebón (voz, guitarras), Pedro Aznar (bajo, teclados, voz), y Oscar Moro (batería). Es considerado como uno de los mejores conjuntos de su país en su época, por su alta calidad en lo musical, conceptual y escenográfico.

Durante su primera etapa la popularidad de Serú Girán se vio confirmada en las encuestas de la clásica revista Pelo. Apodados «los Beatles criollos», hicieron masivo al rock "argentino" (compuesto, interpretado y arreglado íntegramente por músicos argentinos). Si bien no fue la primera superbanda en la historia de la música popular argentina, fue la primera en alcanzar y mantener la popularidad en su país en forma sostenida. Con récords de ventas y espectadores, el grupo consiguió fusionar varios estilos, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esa transición entre décadas.

Pese a los problemas económicos, esta fue una etapa muy creativa y fructífera: compusieron más de quince temas, de los cuales se seleccionaron los mejores para la edición del primer disco. Las sesiones de grabación comenzaron en los estudios El Dorado de San Pablo, y culminaron en ABC Recording Studios de Los Ángeles (Estados Unidos). La primera presentación en vivo de Serú Girán tuvo lugar en el Riachuelo, a bordo de un barco anclado. Este recital ―al cual solo asistieron periodistas, músicos y amigos― tenía la finalidad de observar la respuesta de la crítica especializada. Esa noche el grupo se mostró sólido y contundente, lo que parecía, abriría las puertas del público masivo rápidamente. El debut en vivo de la banda ante el público porteño ocurrió dos semanas después, el 28 de julio de 1978, en el estadio Luna Park, en el Festival de la Fundación de la Genética Humana, junto a Nito Mestre, Pastoral, León Gieco y otros. El sonido fue muy malo y mucha gente les arrojó las pilas de los grabadores que habían llevado para registrar el momento.

Viajaron a Estados Unidos para mezclar el disco Serú Girán (1978), en el cual contaron con la colaboración de Daniel Goldberg, quien tenía a su cargo los arreglos musicales y la dirección de la orquesta de 24 músicos que participó en algunos temas como «Eiti Leda» o «Serú Girán». La complejidad armónica de este proyecto demuestra que, desde el comienzo, las ambiciones que tenían apuntaban mucho más alto que la del resto de los músicos nacionales de ese momento. El resultado final del disco los entusiasmó mucho: sonaba como una fusión de jazz rock con música brasilera. Pedro recuerda: «...cuando apareció ese álbum, la prensa le dio una importancia infernal, se creó todo un caso... había un inmovilismo total».

Un año más tarde, apareció La grasa de las capitales con un cambio en la temática sonora del disco: las canciones son más directas, los instrumentos suenan en un primer plano sin el agregado de cuerdas. Una de las canciones, «Viernes 3 AM», sería censurada durante un tiempo en las radios porque se la consideraba una canción que incitaba al suicidio. Este disco fue el que catapultó a Serú Girán como uno de los grupos más populares de la época en Argentina.

En 1980 vio la luz Bicicleta, un disco que relató con delicada y admirable exactitud la realidad argentina de una época política nada fácil bajo la dictadura: «Canción de Alicia en el país» y «Encuentro con el diablo» son las canciones que mejor exponen aquella realidad social. En «Canción de Alicia en el país», García pinta de cuerpo entero la realidad argentina, mediante metáforas que los censores no llegaron a captar. «Bicicleta» también contiene la nostalgia de Charly García en composiciones como «A los jóvenes de ayer» y «Mientras miro las nuevas olas». Años más tarde se recordaría el tercer disco de Serú Girán como lo mejor de la agrupación, llegándoselo incluso a comparar con Abbey Road, el transformador duodécimo LP de los Beatles

Peperina, el cuarto disco de Serú Girán, que se había empezado a grabar en abril, fue lanzado para fines de ese año. El disco fue marcado por las excelentes e impecables composiciones, como Llorando en el espejo, Esperando nacer, Cinema verité, Salir de la melancolía y Peperina. La historia de Peperina es conocida: «Quiero contarles una buena historia / la de una chica que vivió la euforia / de ser parte del rock / tomando té de peperina». El tema trata acerca de una señorita que escribía notas de rock en Córdoba. Siempre que Serú tocaba en esa ciudad, ella calificaba la presentación como «un bochorno». De más está decir que, pese a sus defenestrantes críticas, los estadios se llenaban. Se dice que cuando escuchó «su» tema por primera vez, acotó que Serú Girán seguía sin gustarle, pero que García era «un buen sociólogo».

En enero de 1982 Aznar fue convocado por el guitarrista estadounidense Pat Metheny para incorporarse a su banda. Acordaron encontrarse en Estados Unidos, ya que Pedro viajaría al año siguiente para estudiar en la Universidad de Berklee. Este hecho marcaría el final de la banda.

El disco No llores por mí, Argentina (1982) terminó siendo una recopilación en vivo de los éxitos más importantes de la banda, con la excepción del tema homónimo y «Popotitos», una versión del clásico tema.

«No llores por mí, Argentina» es un tema fuerte, que marca una especie de resumen de época, una suerte de balance ―se debe notar que fue compuesto en 1982, en los albores de la Guerra de Malvinas, la caída de la Junta Militar y el posterior advenimiento de la democracia― en un tono de protesta y reproche a la vez, un estilo que tanto rédito le daría a García en los años posteriores.

Muchos años y trabajos solistas debieron pasar hasta que Serú Girán se hiciera presente otra vez. Desde mediados de 1991 se comenzó a manejar la posibilidad del retorno de Serú. «Se trata de superar un recuerdo ―reflexionaba García por aquella época― Hace mucho que estamos trabajando para no perder la grandeza, para que el tipo que alguna vez vio a Serú Girán lo vuelva a ver y no se decepcione y para que los chicos que no lo vieron tengan un flash». Exactamente eso fue lo que ocurrió. En agosto de 1992, tras sortear problemas legales, García, Moro, Aznar y Lebón se reunieron para comenzar a editar Serú '92. Mucho más pop, por momentos peca de falto del compromiso característico. Este trabajo en estudio, luego de 10 años, fue galardonado antes de salir a la venta, y trae canciones como «Mundo agradable», «No puedo dejar», «A cada hombre, a cada mujer», «Transformación», «Déjame entrar», «Nos veremos otra vez» y «Si me das tu amor».

Fue un éxito comercial, con ventas que superaron las 200 000 copias y multitudinarios conciertos en Córdoba (04-12-92), Rosario (11-12-92), Montevideo (27-12-92) y dos en la Capital Federal (19-12-92 y 30-12-92), estos últimos ante más de 50 000 personas en cada uno, los cuales fueron editados en dos nuevos LP. Si bien los Serú no querían convertir su retorno en un negocio ―y menos para otros― esto no quedó totalmente al margen de sus planes. El regreso de Serú marcaba un récord impensado tiempo atrás: una banda argentina en River.

En el 2000, se editó un disco doble en vivo de la banda llamado Yo no quiero volverme tan loco, con un registro de 20 canciones, grabado en el Teatro Coliseo en la Navidad de 1981. Esta grabación fue presentada a Oscar Moro (en 1999) por un fan que la tenía registrada en un casete.

En una de las funciones que García brindó en el Teatro Gran Rex, de la serie titulada «Adiós Charly García (Don’t cry for me, Argentina)» en diciembre de 2002, Charly García invitó al escenario a Pedro Aznar y Oscar Moro. De esta manera, el 75 % de Serú Girán realizó un set de varios temas, brindó a sus seguidores la emoción de ver a casi todo Serú de nuevo en un escenario.

El baterista Oscar Moro falleció en la mañana del 11 de julio de 2006, a los 58 años de edad, en su casa del barrio porteño de Palermo, víctima de una hemorragia estomacal.